miércoles, 17 de junio de 2015

Salen mantelitos individuales

Hace un par de veranos tuvimos la oportunidad - como se ha hecho una costumbre, por suerte - de reunirnos con Cecilia Koppmann en Punta del Este.

La cosa versó sobre quilteado libre y estuvo buenísimo, porque - a pesar que en primera instancia parece una tarea fácil - es un lío controlar la máquina, la velocidad, las manos, el pié, etc. - resulta todo una cosa!  Es lindo de hacer, medio estresante al principio y muy relajado al final.

Hay que practicar.  Ese es el secreto, dijo Cecilia.  También es lo que dice Lori Kennedy, otra genia de esta modalidad.  Y Ana María Brum - amiga y prima de amiga - dice lo mismo.  Así que la conclusión fue:  "hay que meterle, porque si es lo que dicen las que saben...  por algo será!"

Así que primero me armé un sandwich con lienzo y guata y arranqué a dibujar...  Por suerte los dibujos empezaron a cruzarse entre sí y entre todos se armó un berrodo imposible de descifrar...  como cuando con tres añitos nos hacíamos de un lápiz y un papel...  redondito, cuadradito, estrellas, lunas, merengues, letras, macacos, flores y hojas.

Cuando aquello ya no permitía distinguir entre todos los garabatos qué cosa era qué cosa y yo empecé a sentirme más cómoda, armé unos manteles individuales y puse manos a la obra.

Y me entusiasmé.  Me encantó y me envalentoné.  Aquí van algunos de los 7 u 8 con los que inicié esta aventura.  Si consigo las fotos de los demás, las compartiré gustosa...  pero en este berenjenal de imágenes que tengo en la computadora, el tablet y el teléfono...  es milagroso que haya rescatado este par.







Habiéndome enamorado de la silueta de este VW escarabajo, que vi en una T-shirt de Tiago, me tomé la libertad de incorporarlo al mantel de Valentino y también al de Federico.


Y para Valentino, también tomé una idea de una amiga de Flickr que diseña caricaturas (que me encantan, por cierto) entre otras cosas (Carol)